- Pintors: xiquets i xiquetes de 2, 3, 4, 5 anys
Col.legis Públics de Benicarló
- ✓ CEIP Marqués de Benicarló
- ✓ CEIP Eduardo Martínez Rodenas
- ✓ CEIP Ángel Esteban
- ✓ CEIP Francesc Catalàn
Són moltes les exposicions viscudes, l’he vist néixer i créixer. Ha recorregut un Ilarg camí de 25 anys i ara ja es troba consolidada com una de les cites anuals que cal marcar en el nostre calendari.
Des del meu cor em sento molt orgullosa d’aquesta exposició i del gran equip de mestres que s’ha esforçat per fer-la possible amb la sua feina. Així que grâcies companys!
L’exposició va néixer de la necessitat de canviar la nostra mirada, de la necessitat de deixar que els xiquets creen Iliurement i que es meravellen en silenci del que s’inventa.
En definitiva de que la forma de veure i gaudir de l’art canvií per sempre i de fer realitat l’essência que ens transmet aquet conte que sempre ha estat molt especial per a mi.
El conte titulat: ‘Flor roja de tallo verde’
Una vez un niño fue a la escuela. El niño era bien pequeño, la escuela era bien grande. Pero cuando el niño vio que podía caminar hacia la clase desde la puerta de la calle, se sintió feliz y la escuela ya no le pareció tan grande como antes. Poco tiempo después, una mañana la maestra dijo:
– Hoy vamos a hacer un dibujo.
– ¡Bien! – penso el niño, porque le gustaba dibujar.
Y podía hacer todas esas cosas que le gustaban: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y barcos. Así que tomó su caja de lápices de colores y se puso a dibujar.
Pero la maestra dijo;
– ¡Esperen! ¡Todavía no es hora de comenzar!
Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos.
– Ahora sí, dijo la maestra, hoy vamos a dibujar flores.
– ¡Qué bien! Pensó el niño, porque a él le encantaba dibujar flores. Y comenzó a dibujar flores muy bonitas con su lápiz rosa, naranja, y azul.
Pero la maestra interrumpió y dijo:
– ¡Esperen! Yo les mostraré cómo hay que hacerlas. – ¡Así!, dijo dibujando una flor roja con el tallo verde. ¡Ahora pueden comenzar!
El niño miró la flor de la maestra y luego miró la suya. A él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada, simplemente guardó su papel, cogió otro e hizo una flor como la de la maestra: roja, con el tallo verde.
Otro día, cuando el niño llegó al aula, la maestra dijo:
– ¡Hoy vamos a trabajar con plastilina!
– ¡Bien! Pensó el niño. Podía hacer todo tipo de cosas con plastilina: gatos y muñecos de nieve, elefantes y conejos, coches y camiones… Y comenzó a apretar y a amasar la bola de plastilina.
Pero la maestra interrumpió y dijo:
– ¡Esperen! No es hora de comenzar.
Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos
-Ahora -dijo la maestra- vamos a hacer una serpiente
– ¡Bien! – pensó el niño. A él le gustaba hacer viboras. Y comenzó a hacer algunas de diferentes tamaños y formas. Pero la maestra interrumpió y dijo:
– ¡Esperen! Yo les enseñaré como hacer una serpiente larga. – Así… – mostró la maestra. ¡Ahora pueden comenzar!
El niño miró la serpiente que había hecho la maestra y después miró las suyas. A él le gustaban más las suyas que las de su maestra, pero no dijo nada. Simplemente volvió a amasar la plastilina, e hizo una serpiente como la de la maestra. Era una serpiente delgada. De esta manera, el niño aprendió a esperar y a observar, a hacer las cosas siguiendo el método de la maestra.
Tiempo más tarde, el niño y su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad y el niño fue a otra escuela.
Esta era una escuela mucho más grande que la anterior. También tenía una puerta que daba a la calle, y un camino para llegar a la clase. Esta vez había que subir algunos escalones y seguir por un pasillo largo para finalmente llegar allí.
Justamente ese primer día que el niño estaba allí por primera vez, la maestra dijo:
– Hoy vamos a hacer un dibujo.
– Bien, pensó el niño. Y esperó a la maestra para que le dijera cómo hacerlo. Pero ella no dijo nada, solamente se limitaba a caminar por el aula.
Cuando se acercó al niño, la maestra dijo:
– ¿Y tú no quieres dibujar?
– Sí, ¿pero qué vamos a hacer? – dijo el niño.
– No lo sabré hasta que tú lo hagas – contestó la maestra
– ¿Pero cómo hay que hacerlo? Volvió a preguntar el niño
– ¿Cómo? dijo la maestra – De la manera tú que quieras –
– ¿Y de cualquier color? Preguntó el niño
– De cualquier color – dijo la maestra y agregó:
– Si todos hicieran el mismo dibujo usando los mismos colores… ¿cómo podría yo saber de quién es cada dibujo y cuál sería de quién?
– No sé… – dijo el niño. Y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.
La nostra intenció ha de ser la de crear un món en què equivocar-se o cometre errors siga abraçat per tots els seus habitants com a motiu d’aprenentatge. On els adults deixen als xiquets explorar i experimentar sense transmetre el missatge que el xiquet no sap o no pot. Un món on els xiquets no diuen “No puc” perqué no existeixen les temors a intentar fer les coses d’una altra manera o d’equivocar-se.
Un món on l’art siga essencial per a l’aprenentatge. En aquest món, importarà allò viscut, allò experimentat i allò que s’ha après per un mateix.
Un món on l’obra de l’artista ha de ser el punt de partida, on les creacions dels xiquets no s’han de centrar en la còpia de les obres observades i que no deixa lloc a la creativitat i la imaginació. L’art a l’escola és molt més, no és només el resultat final, és tot lo que ha viscut el xiquet durant tot el seu procés de creació. Aquest és el veritable espectacle!!!!
Així que companys cuideu l’exposició, la seua essência i recordeu transmetre el vertader sentit i responsabilitat als nous companys que vulguen acompanyar-nos en aquest meravellós viatge.
Ja per últim només em queda animar-vos a que aprofiteu per oblidar-vos de totes les preocupacions, visqueu l’aquí i ara i sobretot, gaudiu al veure les obres dels nostres alumnes i que aquestes us deixen un record inesborrable a les vostres ments i cors.
Gracies de tot cor per acompanyar-nos a l’acte. La vostra presência ho va fer veritablement molt especial.