La libertad es uno de los privilegios que ayudan a disfrutar en la vida de nuestros seres queridos, trabajo o vida en sociedad.
Es importante cuidarla porque es muy frágil y cuesta mucho recuperarla.
Ahora mismo se está preguntando a los padres en qué idioma quieren que se eduque a sus hijos. Las respuestas con en Valenciano o Castellano.
Muchos se están echando las manos a la cabeza, sobre todo aquellos que desde la izquierda totalitaria pretenden un tipo de sociedad y seguir con la potestad de decidir sobre otros. Desde VOX impulsamos una ley en las Cortes, con el apoyo del PP, que es el inicio de ayudar a los padres a recuperar la capacidad de elección sobre la educación de sus hijos.
En VOX hemos invocado muchas veces el artículo 27.3 de nuestra Constitución Española para recordar que las instituciones educativas deben respetar y preguntar a los padres sobre qué tipo de charlas o educación pretenden dar a sus hijos. Sea charlas adoctrinadoras en ideología de género, feminismo radical, política, ambientalista o, en este caso, el idioma en el que se debe enseñar a sus hijos.
Es conocida la postura de VOX de hacer partícipes a los ciudadanos, no solo en dar a conocer las decisiones políticas que luego repercutirán en sus vidas y familias, sino en preguntar en cuestiones importantes como: ¿Queremos seguir recibiendo inmigración ilegal en los términos en los que está sucediendo? ¿Queremos que las leyes climáticas sigan empobreciendo el país y subiendo los impuestos? ¿Queremos ser parte de la Agenda 2030?
O, en este caso: ¿queremos una educación en calidad que eleve el nivel académico y en qué idioma?
¿Qué pasaría si en Vinaroz hiciéramos esas preguntas según nuestras posibilidades de decisión locales?
Es hora de que los políticos no decidan en las cuestiones importantes, sino que como leemos en el articulo 92 de la Constitución Española, en decisiones trascendentales o importantes, también decidamos los ciudadanos. ¿No somos nosotros los que con nuestros impuestos sostenemos las instituciones?
Con la nueva ley educativa devolvemos a los padres, esa potestad robada a los padres, y que cada vez deben poseer con más intensidad, de elegir qué tipo de educación quieren para sus hijos.