Es indignante observar con tristeza y dolor cómo nuestro patrimonio natural y el de muchos españoles es pasto de las llamas, siendo otro fracaso de la Agenda 2030.
El abandono que sufren nuestros agricultores y ganaderos por parte de la burocracia para sustentar el terrorismo climático hace que se vean obligados a abandonar el campo y, por ende, la falta de desbroce en los parajes naturales.
Esto requiere de una prevención que el gobierno de Sánchez no está dispuesto a llevar a cabo, puesto que no considera importante contratar en invierno a bomberos forestales para hacer labores de prevención contra la extinción de incendios, priorizando destinarlo a otros países como Marruecos.
Solo VOX se opone de manera frontal a la Agenda 2030 y a todos esos grupos de presión ecologetas que, subvencionados con nuestros impuestos, son el caballo de Troya que todos los políticos progres han permitido, dejando indefensos a nuestros parajes naturales y a tantos españoles que lo están perdiendo todo por culpa del fuego.
No es cambio climático, son las consecuencias de décadas de abandono de nuestro campo y de unas políticas serias que preserven nuestros bosques y nuestro mundo rural. Son muchos los incendios que están siendo provocados, pero, como siempre, la culpa es del fantasma climático.
Otra vez los españoles estamos abandonados frente a la irresponsabilidad y dejadez de Sánchez, ya sea frente a un virus al cual no se hizo nada por evitar que se propagase en España, una inmigración ilegal masiva que satura la atención sanitaria y crea el caos en muchas ciudades y barrios españoles, los valencianos frente a la riada o ahora frente al fuego en España. A Marruecos se intensifican las ayudas; a los españoles, mal y demasiado tarde.
El fanatismo climático del consenso progre que los une a todos, junto a la irresponsabilidad del Gobierno de España, está causando desgracias de las que somos los españoles quienes sufrimos las consecuencias.
Es tiempo de la Reconquista, es tiempo de un rumbo que solo VOX está dispuesto a encaminar poniendo los intereses del conjunto de las familias españolas por delante.
Josué Brito
