En los últimos años, los patinetes eléctricos se han convertido en un símbolo de la nueva movilidad urbana. Son rápidos, económicos, sostenibles y representan una alternativa real al vehículo privado. Pero su crecimiento también ha traído consigo un nuevo reto para las ciudades: cómo integrarlos de forma segura y ordenada en el espacio público.
Vinaròs no es una excepción. Cada día son más los vecinos que utilizan este medio para desplazarse, pero también son más frecuentes los conflictos entre peatones, ciclistas y conductores, así como los accidentes. El reciente siniestro ocurrido en la avenida Leopoldo Querol es un ejemplo doloroso de la urgencia de actuar. No se trata de frenar el avance de una forma de transporte sostenible, sino de garantizar que esta convivencia sea segura para todos.
La Dirección General de Tráfico ya ha establecido normas básicas: los patinetes no pueden circular por las aceras, túneles o carreteras interurbanas, y su velocidad máxima no debe superar los 25 km/h. A partir de febrero de 2025 el uso del casco será obligatorio, y desde enero de 2026, también lo serán el seguro, el registro del vehículo y la placa identificativa. Sin embargo, estas normas generales no bastan. Cada ciudad necesita adaptar la normativa a su realidad, y Vinaròs aún no lo ha hecho.
Ciudades como Barcelona, Madrid, València o Castelló ya disponen de ordenanzas propias que regulan de forma clara el uso de estos vehículos. En Castelló, por ejemplo, desde la aprobación de su Ordenanza de Movilidad Sostenible, se han impuesto más de 1.300 sanciones por infracciones relacionadas con patinetes, y aun así entre enero y marzo se registró un aumento de un 11% en los accidentes relacionados con los patinetes respecto al año pasado
Por eso, el grupo municipal del PSPV-PSOE de Vinaròs propuso en el último pleno una moción para actualizar la normativa local, reforzar la seguridad vial y promover un uso responsable de los patinetes eléctricos. Entre las medidas planteadas figuran la creación de zonas específicas para circular, controles policiales más estrictos, campañas informativas sobre el uso obligatorio del casco y el seguro, y talleres educativos en los centros escolares.
La seguridad de los usuarios y de los peatones debe ser una prioridad compartida. No podemos esperar a que los accidentes se multipliquen para actuar. Regular no es prohibir: es ordenar, educar y proteger.
Vinaròs tiene ahora la oportunidad de dar un paso adelante hacia una movilidad moderna, segura y sostenible. Porque garantizar la convivencia en nuestras calles es, en definitiva, una muestra de responsabilidad y de respeto hacia todos los ciudadanos.
Jose Atencia concejal y miembro de la ejecutiva del PSPV de Vinaròs.





















