Cuando los vinarocenses votaron en las urnas cambiar el gobierno municipal lo hicieron por dos razones: porque en los gobiernos de PSPV-PSOE, Compromís y Podemos se les había prometido mucho y cumplido muy poco, y porque había una propuesta alternativa con un proyecto claro, definido y con ganas de impulsar nuestra ciudad a un futuro mejor.
Después de un año y medio de gobierno el trabajo comienza a dar frutos, los resultados empiezan a estar visibles y el futuro inmediato promete una auténtica revolución para nuestra ciudad. Los proyectos están pasando de los papeles a las calles, a ser una realidad.
Hay dos maneras de gobernar y entender la política. La de aquellos que hablan mucho y ofrecen humo, y la de aquellos que pensamos que los vinarocenses no necesitan escuchar a sus políticos, sino que éstos hagan aquello que prometieron hacer.
Porque no se trata únicamente de hacer obras y construir nuevas infraestructuras. Detrás de cada inversión están las ilusiones de centenares de vinarocenses por ver mejorar nuestra ciudad. Esa es la ambición del gobierno municipal.
Las obras de la calle Arcipreste Bono mejorarán ese tramo de nuestra ciudad, pero representa cumplir con los vecinos que vieron como hace más de veinte años se invirtió en la mitad de su calle, pero su tramo se quedaba fuera de esa inversión.
La remodelación de la calle Sant Josep no es únicamente invertir en mejorar una calle de nuestra ciudad. Es fruto de un plan diseñado para revitalizar toda una zona de nuestra ciudad con las obras en Sant Josep, Arcipreste Bono, la remodelación de la plaza Primero de mayo y las obras del PAI de la Torre Ballester.
La inversión superior a 60.000 euros que se realizará antes de finalizar el año en la mejora de accesibilidad, gracias a otra subvención lograda por el actual gobierno, servirá para alcanzar la excelencia en ese campo y así facilitar la movilidad a muchos vinarocenses.
Y aprobar una ordenanza para que las entidades deportivas no paguen por el uso de las instalaciones deportivas, modificar la ordenanza de la tarjeta dorada para que el transporte público municipal sea gratuito para los pensionistas como hasta ahora, pero también para las personas con discapacidad o impulsar las fiestas para que sean un atractivo de primer nivel y que sirvan para potenciar nuestro comercio, también es fruto de un gobierno que sabe lo que quiere para Vinaròs.
Lluís Gandía
