Un Ayuntamiento puede estar gobernado por personas que se dicen progresistas pero que no hacen avanzar nada a nadie, y puede estar con personas al frente que no se pasen el día autoproclamándose nada pero que vayan solucionando los problemas que arrastra Vinaròs desde hace muchos años.
Los vinarocenses saben que tienen ahora un gobierno que no les molesta con continuas ruedas de prensa ni comunicados vacíos de contenido, pero que trabaja para cumplir la hoja de ruta que anunciamos el primer día de nuestro gobierno.
Están adjudicadas las obras de ampliación del IES José Vilaplana por más de 14 millones de euros, están a punto de adjudicarse las obras del segundo centro de salud en una inversión que alcanzará los 9 millones de euros, tenemos en marcha las obras de la avenida Libertad que suponen la inversión de 1,2 millones de euros y en unas semanas iniciarán las obras en las calles San Pascual y Remedios por 1,9 millones de euros.
En este 2025, y gracias al presupuesto municipal aprobado hace unos días, los vinarocenses verán también remodeladas las calles Arcipreste Bono en el tramo comprendido entre la avenida del País Valencià y la plaza Primero de Mayo, y también la calle Sant Josep.
Progresar es hacer, y en eso estamos concentrados todos los días las personas que formamos el gobierno municipal. Escuchando a todos los vinarocenses que quieren aportar y dejando el ruido y las exageraciones para aquellos que cuando tuvieron la oportunidad de gobernar no supieron hacer progresar a nuestra ciudad.
Vinaròs supera ya los 30.000 habitantes, sus necesidades son múltiples y las carencias nunca desaparecen del todo, por ello se necesita de un gobierno capaz de atender la diversidad de necesidades de nuestra ciudad y que lo haga con el sentido común y la sensatez para dar una respuesta eficaz a cada una de ellas.
Y seguiremos viendo como la oposición se dedica a descalificar, a pintar la realidad con trazo gordo y poner palos en las ruedas para evitar el progreso de Vinaròs. La izquierda sigue convencida que solo ella tiene el derecho de gobernar y sigue sin darse cuenta que su balance de gestión es su mayor losa.
Cada día que pasa la ilusión por seguir trabajando por Vinaròs es mayor, porque los proyectos avanzan y la esperanza por dejar una ciudad mejor se consolida. Ahora Vinaròs progresa de verdad.
Lluís Gandía