- El conjunto que dirige Javi Celma se rehace a un gol en contra, dándole la vuelta al marcador y logrando un triunfo holgado, gracias a los goles de Oriol, Re y Marcos Hidalgo, que pudo ser más abultado
FICHA TÉCNICA:
Vinaròs CF: Cabanes; Iker Vital Villena, Adlane Messaouidi, Salvi, Pablo Hidalgo; Re (Ian Vidal, min. 69), Cabedo, Gil (Raúl Meghes, min. 81), Abaso (Izan Montes, min. 61); Nico
Moreno y Oriol Fuster (Marcos Hidalgo, min. 61).
Alboraya UD: Climent; David Gómez, Borja, Peiró (Diarra, min. 62), Bellot; Pablo Gómez (Finer, min. 77), Borangaziyev (Raúl Bayo, min. 86); Rodríguez (Roig, min. 62), Escriche
(Oliver, min. 77), Nieto (Vivas, min. 86) ; y Quique.
Goles: 0-1. Min. 36: Escriche. 1-1. Min. 39: Oriol Fuster. 2-1. Min. 54: Re. 3-1. Min. 82: Marcos Hidalgo.
Árbitro: Collado López (Comité Valenciano). Mostró cartulinas amarillas Salvi, Oriol, Pablo Hidalgo y Re, por el Vinaròs; y a David Gómez, Quique, Roig y Bellot, por el Alboraya.
Estadio: Ciutat Esportiva de Vinaròs. Entrada: 600 espectadores.
El Vinaròs CF sigue con paso firme y en su línea ascendente en el arranque de la temporada 2024/25 en el Grupo 1º de la Primera FFCV. El conjunto que dirige Javi Celma logró su cuarta victoria en seis partidos, lo que le catapulta a la 2ª posición de la clasificación con 12 puntos, gracias a un convincente triunfo ante un buen Alboraya UD (3-1), equipo que se adelantó en el marcador y puso las cosas muy complicadas, pero que vio como los ‘langostineros’ le daban la vuelta al casillero gracias a los goles de Oriol, Re y Marcos Hidalgo, logrando un triunfo que incluso pudo ser mayor.
El partido comenzó cuesta arriba para los locales. El equipo valenciano, repleto de futbolistas de su prolífica cantera (con juveniles en División de Honor y Liga Nacional), entró al partido a un ritmo de intensidad muy alto, presionando en campo rival y sin dejar iniciar el juego a sus anchas a los blanquiazules.
La presión asfixiante de los ‘xuferos’ provocaba constantes recuperaciones de balón y salidas a la contra, haciendo sufrir a los del Baix Maestrat en la transición ataque-defensa.
Pero en los primeros 20 minutos las incursiones ofensivas del Alboraya no terminaron en definirse en acciones de peligro, salvo una clara que falló el ariete Quique, mientras que el Vinaròs aprovechó un robo de Re, que filtró el pase entre los centrales dejando solo a Oriol, que en el mano a mano remató a media altura, saliendo el esférico cerca del porte derecho del meta visitante Climent.
Mazazo y reacción
La inmejorable acción local hizo encender las alarmas en los visitantes, haciendo ganar en confianza a un Vinaròs que poco a poco iba adueñándose del esférico gracias al oficio de su capitán, Gil, y a la versatilidad en la medular del omnipresente Cabedo.
Pero, pasada la media hora, en el minuto 36, una contra de los visitantes fue aprovechada por Escriche, que no perdonó ante el meta local Cabanes, adelantando al Alboraya (0-1).
El fue un jarro de agua fría a falta de nueve minutos para el descanso. Pero el Vinaròs hizo una de las cosas más complicadas que hay en el fútbol, castigar un gol rival con otro gol de forma inmediata. Y tres minutos después, en el 39, tras una acción elaborada de los blanquiazules, Nico Moreno conectaba un disparo desde la frontal que pegaba entre el pecho y el brazo del central visitante Borja, cuyo rechace, mientras unos reclamaban penalti y otros lo negaban, fue aprovechado por un astuto Oriol Fuster, que fusiló al meta Climent, anotando el 1-1.
Con dicha igualada y un duelo muy parejo se llegó al término del primer acto con el subidón que daba el empatar antes del descanso.
Domino, ocasiones y goles
La segunda parte comenzó con un Vinaròs decidido en llevarse los tres puntos. Los ‘langostineros’ dieron un paso al frente y se adueñaron de la parcela ancha.
Cabedo seguía comandando la iniciación de juego, secundado por Gil y dos muy activos Re y Abaso, que buscaron permanentemente los desmarques de la dupla ofensiva Nico-Oriol.
A su vez, los centrales Adlane y Salvi eran un seguro de vida en el juego aéreo, con enorme sentido de la anticipación, mientras que Pablo Hidalgo y el joven Iker Vital Villena frenaron las irrupciones de dos extremos rapidísimos como los visitantes Rodríguez y especialmente Nieto.
Los de Javi Celma supieron abortar los intentos de ataque de un Alboraya que veía como se le iba acabando el fuelle y apagando el ímpetu, con un Vinaròs dominador que fue acorralando a su rival.
De hecho, nueve minutos después de reanudarse el partido, en el 54, Vicent Abaso mandaba un gran pase en profundidad a Oriol Fuster, que se sacó una acción de la chistera cual mago para, tres recortar a su rival, servirle en bandeja el esférico a Re, que anotaba a placer el 2-1. El Vinaròs le había dado la vuelta al partido.
Un gol que no supo digerir el conjunto rival, que perdió tanto el orden como el criterio en su fútbol, pecando de ansioso en sus acciones ofensivas. Una circunstancia que aprovechó el conjunto local para buscar el tanto de la sentencia con un fútbol rápido, vistoso y vertical.
Pasada la hora de juego, Celma refrescó el equipo tanto en la medular como en el ataque, dando entrada a Izan Montes, Marcos Hidalgo e Ian Vidal, por tres extenuados y ovacionados Re, Abaso y especialmente Oriol Fuster, el héroe de la tarde.
Los cambios surtieron efecto y las ofensivas ‘langostineras’ se sucedieron. Marco Hidalgo sacó a relucir su zurda con una gran acción cuyo disparo cruzado salió fuera por poco y otra en la que su pase letal fue desaprovechado por el joven Ian Vidal, en posición inmejorable, que mandó el balón fuera sin oposición a metro y medio del marco rival.
Sentencia final
Llegaba el partido a los 10 últimos minutos con la entrada de Raúl Meghes por el capitán Christian Gil, ovacionado por su buen partido, con y sin balón, por la parroquia local.
El Vinaròs sabía mantener el esférico y no caer en la trampa de un Alboraya que no conseguía generar peligro y sus futbolistas se desesperaban.
Y en la recta final del choque, Izan Montes recuperaba el balón en su campo, rompía líneas en conducción y servía un pase filtrado a Marcos Hidalgo, quien en el mano a mano batía al meta rival con sutileza de zurda, estableciendo el 3-1 definitivo.
Un triunfo que pudo ser más abultado, pero las últimas acciones de Ian, Marcos, Izan y Nico no vieron portería en varios ataques finales que fueron desaprovechados.
Trabajada victoria de un Vinaròs que se consolida en la zona alta de la clasificación ante un buen Alboraya, un éxito que fue recompensado al final del encuentro por la afición del conjunto blanquiazul, que ovacionó a los futbolistas ‘langostineros’, quienes tuvieron que saludar desde el centro del campo demostrando la comunión existente entre equipo y afición.
