SEMANA SANTA DE VINARÒS, DECLARADA COMO “FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO AUTONÓMICO”

Conozco a mossèn Florencio desde hace bastantes años. Con mi abuelo materno Santiago Macip Sola, subíamos bastantes veces a la vecina localidad de San Mateo donde él nació y donde durante muchos años, mossèn Florencio ha sido su párroco. En nuestra ciudad de Vinaròs es muy conocido por las personas que nos ha tocado estar ingresadas en el “Hospital Comarcal de Vinaròs”, ya que durante algunos años ha sido el capellán del hospital.
Como capellán del hospital, los que hemos estado ingresados varios días, sabemos de sus visitas, del ánimo que nos transmitía, de llevarnos la comunión diaria, también los caramelos, de no tener distinciones en las creencias de las personas, no “molestar” a quien no deseaba su visita, en fin, ha sido una persona muy querida por los vinarocenses, y por las personas ingresadas en el hospital de toda la comarca.
Sé que le gusta nuestra Semana Santa, si bien, no ha podido asistir a todos los actos. Mejor nos lo comente él a lo largo de esta sencilla y humilde entrevista.
-Mossèn Florencio, ¿De dónde es Vd.?
. Nací en la localidad de La Alcora un pueblo cerca de Castellón un 30 de septiembre de 1931, hijo de Florencio y Mercedes. Somos tres hermanos, yo el mayor, luego está Fernando que está casado y el menor nacido en 1939 que se llama Pedro y es Hermano de las Escuelas Cristianas. Estuvo varios años como director del colegio de La Salle de Benicarló. Por lo tanto tengo en la actualidad la edad de 90 años.
-Como fue el inicio de su vocación sacerdotal.
. Primeramente vengo de una familia cristiana, por lo cual, ya desde muy niño me hicieron monaguillo y traté bastantes años con los sacerdotes. Con mi padre asistíamos cada domingo al “Rosario de la aurora”. Todo este ambiente desarrollado en mi familia y en mi infancia, favoreció a que me decidiera estudiar para ser sacerdote. En aquellos tiempos los niños esto lo vivíamos, incluso jugábamos a ser sacerdote. Recuerdo que en el año 1940-41 ya fuimos al seminario desde mi pueblo cinco futuros sacerdotes. Estuve estudiando en el seminario de Tortosa los once años de estudios que se necesitaban para ser sacerdote, y me tuve que esperar dos años más para ser ordenado. Lo que pasó es que era demasiado joven y tuve que esperar a cumplir los veintiún años. En estos dos años de espero me tuvieron en el seminario ayudando como auxiliar. Por cierto, ingresé en el antiguo seminario, y estuve presente cuando nos trasladamos al seminario actual de Tortosa.
-¿Recuerda cuando fue su ordenación sacerdotal?
. Estas cosas no se olvidan en la vida. Me ordenó el entonces obispo D. Manuel Moll Salord el 27 de junio de 1954. Y lo que se dice la “primera misa”, la oficié en mi pueblo tres días después, el 30 de junio de 1954.
-En que parroquias ha estado.
. Mi primer nombramiento a cargo del obispo Moll fue a los quince días de oficiar mi primera misa y fui destinado como coadjutor en la parroquia de Benicarló. A los dos años de nuevo el Sr. Obispo me nombró párroco de la localidad de Sant Joume D´Enveja donde estuve dieciocho años. En el año 1974 y siendo obispo de la Diócesis de Tortosa D. Ricardo María Carles i Gordó, me nombró párroco de la localidad de San Mateo donde estuve treinta y dos años. A los cuatro años de estar en San Mateo, la localidad cercana de Tírig se quedó sin párroco y me nombraron a mí, siendo en aquellos tiempos párroco de ambas parroquias. Por cierto, de Tírig lo he sido hasta el pasado año 2020. Lo tuve que dejar por lo de la pandemia.

-¿Cuáles han sido sus últimos destinos?
. Al año 2006 cumplí los 75 años y me vino a ver el vicario general de la diócesis. Me propuso el que bajara a Vinaròs y fuera el capellán del “Hospital Comarcal de Vinaròs” en que lo he sido hasta que vino la pandemia en el año 2020. Lo acepté pero le pedí que me dejaran continuar llevando la parroquia de Tírig y así fue. He subido una o dos veces por semana con mi coche a Tírig hasta que como he dicho antes, con lo de la pandemia lo tuve que dejar por las recomendaciones sanitarias en aquellos momentos.
_Sabemos que ha estado varios años oficiando en la iglesia de las Clarisas de la Divina Providencia de nuestra ciudad.
. Si, es cierto. Al bajar a Vinaròs siempre que me ha sido posible he ayudado a los párrocos de Vinaròs, en este caso a mossèn Emilio Vinaixa en lo que he podido, y estuve varios años oficiando en esta iglesia hasta que llegó la pandemia.

-Le ha sabido mal que por su edad nuestro obispo le haya cesado como párroco de la localidad de Tírig y Capellán del hospital.
. Todo fue por consecuencia de la pandemia. Yo estuve confinado varios meses sin poder salir de la “Residencia San Sebastián” de nuestra ciudad. Por lo tanto, ni podía subir a Tírig ni podía ir diariamente al hospital. Esto lo comprendí. Contestando a tu pregunta, me costó aceptar que no podía atender a estos dos sitios que tenía y que iba muy agusto obteniendo unas muy buenas amistades, pero comprendo que con mi edad de 89 años y conduciendo por estas carreteras, me prohibieran seguir adelante. Eso sí, tengo que reconocer que me costó mucho asimilarlo. Yo siempre en mi vida sacerdotal he hecho lo que me han mandado. Nunca he pedido ningún privilegio para mí.
-Conoce a nuestra Semana Santa de Vinaròs.

. La conozco un poco, no tanto como la conocéis algunos de vosotros. Se puede decir que he asistido a casi todos los pregones mientras he estado en Vinaròs, ya que es un día que no tenía que estar presente en las parroquias en las que colaboraba. En Tírig por ejemplo realizaba todos los actos de la Semana Santa; oficios, procesiones, prepararlo todo…Esto me ocupaba mucho trabajo aparte de ir cada día al hospital, y por eso no he podido asistir a todos los actos de la Semana Santa de Vinaròs. De la Semana Santa de Vinaròs si que te podría nombrar a todos los pregoneros que he escuchado asistiendo al pregón. Por cierto, en el tuyo del año 2010, no pude estar y recuerdo con alegría como te presentaste en el hospital a verme y traérmelo por escrito. Todavía lo conservo.

-Vemos que lleva años residiendo en la “Residencia San Sebastián de nuestra ciudad. ¿Está Vd. agusto en esta céntrica residencia?
. Hace ya varios años, que la superiora anterior Sor Adelaida, me propuso entrar a residir a esta residencia que tan bien dirigen las “Hermanitas de los Ancianos Desamparados”. Comencé viniendo a desayunar y comer de momento. Por la noche iba a dormir a una de las casas que las parroquias tienen en Vinaròs, cedida amablemente por sus párrocos. Pasó que tuve que estar unos días hospitalizado y mi salud fue a menos, por lo tanto, al final decidí permanecer todo el día en esta residencia. De esto hará unos siete u ocho años. Me preguntas si estoy agusto. Pues sí, estoy muy agusto y me tratan muy bien. Yo soy uno más de los residentes, no tengo un trato especial y es así como lo deseo.
-Se que lo pasó mal cuando se produjo la pandemia.
. Si, estuvimos todos confinados tal como debía de ser, y en varios meses no pudimos salir a la calle. Se tomaron unas acertadas medidas de seguridad que fueron todas bien y esta residencia, podemos decir que fue todo un ejemplo en su dirección ante la pandemia. En lo que respecta a mí, reconociendo que soy una persona muy activa y que no para, y esto pese a mi edad, el no poder salir, no poder asistir en Tírig, al fallecimiento de una persona muy querida por mí, no poder estar con la familia…esto, para mí reconozco que fue duro. Como te he dicho antes Salvador, aquí estoy como uno más y no he buscado tener preferencias. Me tratan muy bien y estoy muy agusto, como si de mi casa se tratara. Aquí realizo mi trabajo sacerdotal realizando la misa diaria, confesiones y todo aquello de que soy requerido.
-Mossèn, aparte de su edad, ¿Qué le pide Vd. a la vida?
. Mira, a mi me cuesta mucho el aceptar que ya no tenga las fuerzas para realizar todo lo que hacía hace no pocos años. Todo esto lo acepto, también el tener la salud que tengo con todos mis achaques, piensa que tengo ya 90 años. ¿Qué le pido a la vida? Más que a la vida, le pido a Dios, que me de fuerzas en continuar siendo fiel al ministerio sacerdotal, piensa que llevo ya 68 años como sacerdote. No soy yo el que trazo el destino de mi vida, es Dios el que rige el destino de mi vida. A mí me gustaría tener más fuerzas, pero tengo las que tengo. Gracias a Dios puedo celebrar cada día la misa aquí en la residencia y todos los servicios que puedo y me solicitan.
-Desea añadir alguna cosa más para finalizar esta entrevista.
. Pues tengo unos gratos recuerdos de mi estancia en Vinaròs. Recuerdo que bajé a Vinaròs desde San Mateo, en el mes de octubre del año 2006. Sabía de vuestra tradición en el día del patrono san Sebastián de subir el día 20 de enero a pié a la ermita. Pues así lo hice y subí el 20 de enero de 2007 a la ermita a pié. Lo realicé como homenaje al sacerdote que me bautizó en La Alcora que por cierto era un sacerdote de Vinaròs. En el año 1903 vino a La Alcora y se llamaba Sebastián Giner Borras, como verás, son estos unos apellidos muy vinarocenses. Este sacerdote era muy amigo de mi padre. Aparte, este sacerdote era músico y mi padre también, por lo tanto tenían muy buena relación y amistad. Pues repito, en memoria de él, subí a pié a la ermita en la festividad de san Sebastián el primer año que estuve ya residiendo con vosotros en Vinaròs. Aquí en esta ciudad muy querida por mí, me siento querido y respetado, tanto dentro como fuera de la residencia.
Pues desde estas líneas mossèn Florencio, le agradezco sus respuestas y le deseo un buen tiempo de Cuaresma y a continuación, que pueda vivir y sentir nuestra querida Semana Santa.
























