Indignación

Indignación, eso es lo que se siente cuando acudes a las comisiones mensuales que inexplicablemente se realizan todavía vía telemática (cuando los plenos hace ya meses que se realizan en el salón de plenos del Ayuntamiento) me pregunto el porqué no pueden realizarse las comisiones también presenciales; en fin ellos sabrán el porqué son telemáticas, aunque yo ya me lo imagino.

Pero vamos al punto del porqué digo yo que me siento indignada al acudir a dichas comisiones; no es normal que te conectes para dialogar sobre temas sociales y otros puntos, cuando estás en la comisión social, y te diga su presidenta que solamente hay un punto, y que ni siquiera es para debatirlo, porque simplemente nos dice que se va a solicitar una subvención para los servicios sociales.

Y de ahí se pasó directamente a ruegos y preguntas; la comisión de enero duró exactamente 9 minutos desde el principio al final, incluyendo el tiempo que algunos compañeros tuvieron que solicitar el justificante para su trabajo.

Esto no ha ocurrido solamente este mes sino que viene pasando mes tras mes; así son la mayoría de las comisiones que, como máximo, duran 20 minutos. Esto es intolerable y vergonzoso, es una prueba de que no se hace nada, y de que la incompetencia y la desidia se han instalado en el equipo de gobierno.

Mientras tanto se pierden subvenciones y no se trabaja para traer a Vinaròs una casa de acogida (que ya la teníamos y se permitió que la cerraran) ni tenemos Casa de la Dona, ni el tan cacareado laboratorio social que tenía que estar ubicado aquí en nuestra ciudad, ni viviendas tuteladas suficientes (nosotros tenemos dos mientras que nuestros vecinos Benicarló y Villarreal están por la decena) ni tendremos el nuevo Centro Social con servicio de enfermería y podología, tal como solicitamos hace casi 4 años el PVI, en fin…nada de nada.

Mientras tanto los técnicos sociales trabajando como pueden en un edificio que está totalmente obsoleto, que ha quedado anticuado y que está bastante abandonado, hacinados como hormigas, mientras que pegado al suyo hay un edificio que no sabemos todavía para que sirve, eso si lo que ha costado si se sabe, y lo que costará todavía está por ver.

¡¡¡ Que esperamos de una regiduría que ha cambiado en 8 años a 5 regidoras !!!

Me viene a la memoria aquel dicho de la gente sabia y trabajadora marinera, que dicen que “una barca sin patrón es una barca a la deriva”

Toca indignarnos

Marcela Barbé Beltrán