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La Fiesta del Libro

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Este fin de semana tuvimos la oportunidad de celebrar la feria del libro un año más.

Vimos cómo muchos vinarocenses y visitantes participaron del gran Día del Libro, y pudieron disfrutar de una gran variedad de actividades durante la jornada.

Algo que no es justificable es cómo llevábamos años en los que el gobierno PSOE-Compromís decoraban la parte baja de los puestos de los libreros con la bandera catalana. Hay que recordarles que estamos en la Comunidad Valenciana. Los colores corporativos del ayuntamiento son neutrales, nos representan a todos y, en especial, a los vinarocenses, que pertenecemos a la región valenciana, nunca a la catalana.

El Día del Libro es especial, no debe ser politizado, como tantas cosas que intenta hacer la izquierda, colectivizando todo lo que puede e imponiendo su ideología.

Por eso reivindico el Día del Libro, el día de la capacidad de obtener conocimiento, de disfrutar de uno de los aportes importantes que la sociedad occidental ha aportado a la civilización: la impresión de libros de manera rápida y masiva, a diferencia de las copias manuscritas que se hacían antes.

Es crucial enfatizar en la importancia de la lectura, sobre todo en un tiempo en el que las pantallas, los reels y los vídeos cortos están reemplazando y minimizando la importancia de la lectura, el conocimiento, el traspaso de información entre generaciones o la capacidad de poder elegir bien qué es un relato o la verdad de algo que nos quieran imponer.

En el libro Fahrenheit 451 de Ray Bradbury descubrimos cómo se crea una sociedad infantilizada por falta de lectura a cambio de obsesionarlas con las redes sociales y las pantallas. Este libro se escribió en el año 1953 y vaticinaba una sociedad sin capacidad de respuesta ante los ataques de los poderes políticos y culturales que buscaban dominar a la sociedad. Hoy día observamos cómo la agresión hacia la herencia cultural occidental y las libertades personales y familiares aumentan.

La información de la pantalla domina el relato, mientras los libros claman por lectura y conocimiento. No reemplacemos las pantallas sacrificando los libros como en el libro Fahrenheit 451, sino que sean un complemento de enriquecimiento de la lectura.

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