Vamos a hablar de algo importante, aunque muchas veces nos cueste: la salud íntima masculina. Es curioso cómo un tema tan fundamental acaba quedándose en conversaciones a media voz o directamente en el cajón del silencio, ¿verdad? Pero mira, cuidar esta parte de nuestra salud es básico para sentirnos bien física y emocionalmente.
En este artículo te vamos a contar todo sobre distintos aspectos de la salud íntima, desde cómo mantener una buena higiene hasta cómo mejorar tu vida sexual, pasando por esas revisiones que ninguno queremos hacernos pero que son necesarias. Te invitamos a que nos acompañes en este tema que, te lo aseguramos, tiene un impacto enorme en cómo te sientes cada día.
¿Pensabas que con la ducha diaria ya lo tienes todo cubierto? Pues va a ser que no. La higiene íntima masculina necesita un poco más de atención. Cuidar bien tu zona genital te ayudará a evitar esas infecciones molestas, los olores incómodos y diversas molestias que pueden fastidiarte el día. Y es que la piel de esa zona es bastante delicada y necesita que la tratemos con mimo.
Para que nos entendamos, no se trata de ninguna ciencia complicada: lava la zona todos los días con agua templada y un jabón que sea neutro, nada de esos con perfumes intensos o ingredientes que puedan irritarte. Fíjate bien en los pliegues y, si no estás circuncidado, no te olvides de retraer el prepucio para limpiar bien el glande. Ojo, tampoco te pases limpiando como si no hubiera un mañana, que eso también puede ser contraproducente al cargarte las bacterias buenas que todos tenemos y necesitamos.
Un consejo que parece una tontería pero que marca la diferencia: seca bien toda la zona después de la ducha. La humedad es una fiesta para hongos y bacterias, y seguro que no quieres invitarlos. Usa toallas limpias, si puede ser de algodón, mejor. Y hablando de tejidos, la ropa interior que elijas también importa un montón: busca materiales que transpiren, como el algodón, y cámbiatela todos los días o incluso más si has sudado bastante o has hecho deporte.
Venga, seamos sinceros. Igual que llevamos el coche a revisar sin esperar a que se estropee, tenemos que hacer lo mismo con nuestro cuerpo. Las visitas al urólogo son tan necesarias como cualquier otro chequeo médico, aunque muchos las vamos dejando para “el mes que viene” eternamente.
Te lo decimos en serio: el especialista puede pillar a tiempo problemas como el cáncer de próstata, problemas de erección por causas físicas o esas infecciones de transmisión sexual que ni siquiera dan síntomas.
Vamos a hablar de un tema que, seamos francos, preocupa a muchos: el control eyaculatorio. La eyaculación precoz afecta casi a un tercio de los hombres en algún momento, así que si te ha pasado, no eres el único ni mucho menos. Aprender a gestionarlo puede cambiar por completo tu experiencia sexual y, de paso, la de tu pareja.
Existen varias técnicas que pueden ayudarte a mejorar el control, y queremos compartirlas contigo. Una de las más efectivas es la técnica “stop-start” (o parada y arranque, para entendernos). Es bastante sencilla: cuando notes que estás a punto de llegar al orgasmo, paras la estimulación, esperas unos segundos hasta que se te pase esa sensación de urgencia, y luego sigues.
Con práctica, y con la ayuda de dispositivos como los de https://myhixel.com/es, empezarás a reconocer mejor las señales de tu cuerpo y podrás aguantar más tiempo.
En cualquier caso, la salud íntima masculina es uno de los pilares de nuestro bienestar general y se merece toda nuestra atención. Si incorporas lo que te hemos contado en tu día a día, te sentirás mejor en general y a nivel sexual en particular. Y recuerda, cuidar de tu salud íntima es de listos y de quererse un poco. Tu cuerpo te lo va a agradecer, ¡y mucho
