Los vinarocenses tienen, por fin, un gobierno municipal que trabaja y prioriza los proyectos que son fundamentales para el futuro de Vinaròs. El cambio de gobierno tenía como objetivo poner en marcha un Ayuntamiento que, en los últimos años, se había caracterizado por dedicar su tiempo a los anuncios y olvidarse de ellos una vez publicados en prensa.
Con la aprobación del presupuesto municipal, cosa que no hizo el anterior gobierno, fijamos las prioridades que son conocidas por todos los vinarocenses. Unas nuevas instalaciones deportivas para dar solución a los clubes y deportistas de nuestra ciudad, una remodelación de la plaza Primero de Mayo para dotar a Vinaròs de un nuevo espacio urbano verde y de calidad y un nuevo auditorio, realista y realizable, para que nuestras entidades culturales puedan desarrollar con unas condiciones dignas sus actuaciones.
El reto es mayúsculo, pero nos pusimos manos a la obra, trabajando de forma coordinada y planificando la acción de gobierno para ir cumpliendo nuestros objetivos. Hoy, cuando apenas llevamos diez meses en el gobierno el proyecto del nuevo pabellón ya está en marcha, hemos licitado la redacción del proyecto de la nueva plaza Primero de Mayo y en unos días ocurrirá lo mismo con el nuevo auditorio.
Además, licitamos la redacción del proyecto de la avenida Libertad, que no estaba ni licitado, y ya tenemos en licitación las obras de esta importante arteria de nuestra ciudad. También hemos licitado las obras de la calle San Pascual y Remedios, que dotará de las infraestructuras necesarias a una zona de nuestra ciudad que siempre ha estado olvidada.
En estos diez meses hemos renovado la calle Ramón Llull, están en marcha las obras de la calle Varadero y su continuación hasta la costa sur, en pocos días darán comienzo las obras de la plaza San Andrés y hemos logrado una subvención de la Diputación para renovar el próximo año la calle Arcipreste Bono. Y pese a los palos en las ruedas de la oposición hemos licitado ya las obras de ampliación del IES José Vilaplana por un importe superior a los 16 millones de euros.
Dijimos que Vinaròs necesitaba un cambio y ahora decimos que el cambio se cumple, que todo aquello que siempre eran promesas y anuncios, hoy han pasado a ser proyectos planificados y en marcha. Los vinarocenses merecían más, lo votaron en las urnas y ahora se comprueba que de las palabras se podía pasar a los hechos.
Lluís Gandía