- En caso de seguir cerrando negocios y no haber nuevas incorporaciones, “al comercio en el centro y casco histórico le quedan entre cinco y diez años para desaparecer”
El candidato de Viure per Vinaròs a la Alcaldía, Manuel Herrera, convocó a los medios para resaltar el estado de “clara emergencia” que están atravesando el comercio y la hostelería de la ciudad, “concretamente, en la zona centro y el casco antiguo”. Herrera, acompañado de Teo Teaha y Ramón Gisbert, miembros de la candidatura, expuso las principales ideas que han recogido tras reunirse con varias asociaciones y empresarios de estos sectores.
Antes de iniciar entrar en el tema central de la convocatoria, Manuel Herrera consideró, cuanto menos, “extraño el hecho de que “el Ayuntamiento tenga una fiebre comunicativa que no ha tenido en los cuatro años anteriores”. Además, pidió que dieran explicaciones por la gestión presupuestaria que se ha llevado hasta el momento, “porque tenemos cinco millones de euros de remanente líquido de tesorería… ¿de dónde ha venido ese dinero y dónde se destinará ese dinero? ¿Se han cubierto lo suficientemente bien las necesidades de las vecinas y vecinos de esta ciudad?
Ya en el asunto comercial, Herrera anunció que “no serán las grandes superficies o Amazon quien termine con el comercio del centro, sino el Ayuntamiento. Y no es una expresión mía, sino un sentir general en el casco antiguo”. El motivo no es otro que la “absurda normativa que choca con la concesión de licencias. No tienen en cuenta la singularidad de este espacio. Sin embargo, se obliga a la realización de obras claramente imposibles, insalvables o inviables”.
Añadía que, “son tantas las exigencias que, cuando cierra un negocio, ya no vuelve a abrir”. Según afirmaron a Viure per Vinaròs, “si no hay nuevas incorporaciones, al comercio le quedan entre cinco y diez años”. No entiende Herrera por qué no se adapta la ordenanza para el centro histórico, teniendo en cuenta sus especiales condiciones, “al igual que han hecho ayuntamientos como el de Peñíscola o Morella”.
Para el candidato de Viure per Vinaròs, la concejalía competente debería valorar si quiere un comercio hundido, una ciudad apagada, insegura… “cuando los locales del centro cierren y estén abandonados… ¿qué pasará? Tenemos que actuar ya en el tejido productivo, el comercio, la hostelería…”.
Manuel Herrera recogía el sentir de comerciantes y hosteleros, preguntando al Consistorio: “¿qué beneficios hay en ponerlo todo difícil?”. A las arduas licencias hay que sumar una peatonalización, sin “consultar el posible impacto económico. No hay necesidad alguna de bloquear calles y calles al tránsito rodado, se pueden buscar fórmulas intermedias”.
Viure per Vinaròs considera imprescindible un apoyo a través de campañas de concienciación, de ferias, de iniciativas dinamizadoras “que brillan por su ausencia”. Además, Manuel Herrera añade: “¿por qué no se recupera la parada de bus para los pueblos junto a la Iglesia? Es gratis, ya está hecha, y facilita que los vecinos de otras localidades consuman en el centro”.
Teo Teaha, como mujer que regenta un establecimiento hostelero en el centro, asegura que “hay que saber adaptarse. La normativa es general, excesivamente, todos entramos en el epígrafe hostelería. Yo tengo una pequeña cafetería y, otros, restaurantes grandes en el paseo. No podemos pagar lo mismo por una mesa en la terraza, por ejemplo”.
Como autónoma y hostelera, Teaha fue rotunda en sus declaraciones: “No se nos da voz, no podemos quejarnos, el Ayuntamiento no nos escucha, a cualquier petición que realizamos nos llega tarde la respuesta y, sobre todo, cuando ya no tiene solución, cuando no vale para nada”
En palabras de Ramón Gisbert, “una de las preocupaciones del comercio era la peatonalización. Estamos de acuerdo con ellos en la necesidad de consenso. Este Ayuntamiento tiene el vicio de la unilateralidad. Debemos sentarnos todos: comerciantes, hosteleros, personas con movilidad reducida y Administración”.
Finalmente, ponía Herrera un ejemplo: la peatonalización de San Pascual y Calle Remedios. “Nos han llegado a decir comerciantes que perdieron el 75% de los ingresos sólo con las obras. ¿cómo les afectará una medida tomada de antemano? Queremos una política seria, participativa, abierta. Entre todos decidimos, no sólo algunos.