Hemos acompañado al sacerdote D. Vicente Hernández, de 93 años en su última visita al templo parroquial de san Bartolomé el 20 de noviembre de 2023.
Durante estos años postreros de su vida, ya en su silla de ruedas, acudía los domingos a la misa dominical. El Sr. Obispo Sergi, como obispo, padre y pastor, acompañado de muchos sacerdotes de la diócesis de Tortosa, ha oficiado sus exequias fúnebres.

En su visita a Benicarló, recién nombrado obispo de Tortosa, fue a presentársele en el hospital ya enfermo del covit. Con buen humor nos ha contado que a pesar de ir “disfrazado” según las normas en estos casos, tuvo que hacer D. Vicente, un acto de fe para que le reconociera como su nuevo obispo.
Toda la homilía ha seguido en esta maravillosa perspectiva del mundo de la fe. D. Vicente entregó su persona, palabra, manos, corazón al servicio de la iglesia tortosina. Enumeró su vida como sacerdote en Chert, en Cervera donde una calle lleva su nombre, como profesor de religión en el Instituto de formación profesional, y, en sus últimos años, como sacerdote de la Residencia de ancianos de Benicarló. Sembrador de paz, sembrador del amor a Jesucristo sirviendo sin límites a tantos y tantos feligreses.
Y, ahora, al término de su vida se presenta ante el Señor de la vida y de la muerte que le abre las puertas al banquete celestial. Muchas veces se hacen balances de la vida y tantas se abren de nuevo los balances del día a día donde uno corrige situaciones, pide perdón y comienza otra vez con la ayuda del Señor y de la Señora, apalanca las cosas buenas y sigue viviendo con garbo y la gracia de Dios el día a día.
Ahora ya se ha llegado al último balance, eso sí, con la absoluta confianza de que Dios cierra el balance y abre las puertas de su misericordia para que entre en el gozo eterno. Porque fuiste fiel en lo poco… Se vive por y para Dios, se muere por y para Dios, se trabaja por y para Dios y se goza con Dios por toda una eternidad.
Quien tantas veces bendijo a las personas, quien tantas veces celebró el misterio gozoso de la Eucaristía, quien tantas veces pronunció el nombre de Jesús, el nombre de María nuestra Madre, quien tantas veces consoló en el sacramento del perdón, ayudando a recorrer de nuevo por la senda laboriosa y alegre del Evangelio, tantas veces a lo largo de sus 93 años, ahora se encuentra ya con la misión cumplida en espera del abrazo definitivo del Amor de los amores. Dios es muy buen pagador.

Descanse en paz y que el Señor le acoja en su seno. Gracias, D. Vicente, por haber dicho sí a la llamada sacerdotal de Dios.
Gracias, mi Dios y Señor, por habernos regalado el don sacerdotal. Gracias, mi Señor, por habernos regalado el calor maternal de María, madre que nos acompaña con su cariño en cada uno de los momentos de nuestra vida.
Vale la pena pronunciar un sí completo y desinteresado, total, abierto al Amor y al servicio incondicional de los hombres. Dios, por una chispita de amor que le demos, es capaz de entregarse totalmente a la criatura. ¡Que esto es el cielo!
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Foto portada: Preside el Sr. Obispo Sergi recién llegado a la diócesis. Preside el Cirio pascual que simboliza la luz de Cristo, que por cada uno de nosotros se entregó a lo divino y humano. Acompañan sus hermanos sacerdotes, el diácono, familiares provenientes de Ciudad Rodrigo donde nació y fieles agradecidos a su labor sacerdotal.