El mes de septiembre llega unido al inicio de curso escolar y también político. Comenzamos un nuevo periodo marcado por un gobierno en minoría que sigue carente de proyecto para Vinaròs más allá de la gestión ordinaria del día a día de nuestra ciudad.
En los dos meses y medio de legislatura el gobierno de Alsina ha sido incapaz de poner en marcha el Ayuntamiento y prueba de ello es el pleno ordinario de este pasado jueves donde solo se aprobaron las actas de los plenos anteriores. Una auténtica vergüenza para aquellos que alzaron sus voces denunciando un supuesto bloqueo del Ayuntamiento.
Pero lo que los vinarocenses siguen esperando son las explicaciones de los retrasos e incumplimientos que después de 8 años acumula el gobierno de Guillem Alsina. Ya no digamos asumir responsabilidades políticas por una gestión que ha provocado la parálisis de nuestra ciudad.
En Vinaròs se han perdido gran parte de los 10 millones de los fondos EDUSI y ni el Alcalde ni ninguno de sus concejales han explicado todavía los motivos por los que han sido incapaces de sacar adelante los proyectos en seis años. Ni explicaciones ni asunción de responsabilidades políticas.
La política es gestionar bien los recursos de todos y dar explicaciones asumiendo la responsabilidad que supone la gestión municipal. Ocho años de gobiernos supuestamente progresistas y el repaso a las promesas, logros e incumplimientos provocaría, como mínimo, el sonrojo de cualquier gobernante con un mínimo de sentido común.
El PSOE local se ha instalado en la burbuja de las redes sociales, donde los palmeros habituales les perdonan todas las mentiras y justifican cualquier decisión, aunque vaya como suele ser habitual, en detrimento de los intereses del colectivo.
Por todos es sabido que Alsina carece de proyecto para Vinaròs, y como ejemplo basta recordar que el día de la investidura se definió como “un muro contra la ola de la derecha y la extrema derecha” y en tan solo unas semanas ya considera a los concejales de VOX como útiles para Vinaròs. Quien pasa del blanco al negro porque es donde le lleva el corriente mal puede gobernar una ciudad. Comienza un nuevo curso, con las asignaturas pendientes de siempre y sin esperanza alguna de tener un gobierno mejor.
Lluís Gandía