Representando al PVI, hace justo ahora un mes asistí en Madrid a la asamblea constituyente de la federación de partidos locales independientes UNION MUNICIPALISTA, a la que concurrieron más de 400 alcaldes, concejales, diputados provinciales y, como en mi caso, delegados no electos que, representando a cada rincón del país, abordaron durante la mañana los desafíos actuales que enfrenta el municipalismo para, por la tarde, convocada la asamblea constituyente, aprobar los estatutos y elegir a los miembros de la ejecutiva, teniendo el honor el P.V.I. en tanto que uno de los partidos locales independientes más longevos a nivel nacional, de ser uno de los promotores del manifiesto fundacional.
Este encuentro ha marcado un punto de inflexión para el municipalismo en España, uniendo a líderes locales de diversas procedencias en un objetivo común, el de fortalecer nuestros municipios y ciudades, y representar mejor a nuestros ciudadanos; emocionados por el futuro que se abre a los partidos locales independientes a través deUNION MUNICIPALISTA, un partido de partidos, todos nos comprometimos a trabajar juntos para hacer que nuestras voces se escuchen mucho más y mucho más fuertes en todos los niveles de gobierno.
En este contexto de fuerza y pujanza del municipalismo independiente, en donde los miembros de los partidos y ediles electos no venimos a medrar ni a trepar, porque sabemos que nunca rebasaremos el ámbito local o provincial y por tanto, que poca carrera podemos esperar quienes estamos dentro de un partido local independiente, nos ha dejado perplejos e indignados el desprecio con el que el Presidente del Gobierno don Pedro Sánchez Pérez-Castejón se ha despachado hacia todos los concejales – incluidos los suyos- , al soltarle al señor Feijoo en el Congreso de los Diputados que en el PSOE “él no hubiera llegado ni a concejal de pueblo”.
Esta desgraciada comparación por parte de un personaje que cada día se manifiesta más endiosado y repelente no debería quedar así, por lo que en respuesta a este ataque directo a la capacidad que sin duda tendrá cualquier concejal de pueblo o de ciudad, y la falta de respeto que implica hacia todos ellos, debería recibir un aluvión de mociones desde los 8131 municipios de España exigiéndole una rectificación pública y una petición de perdón en la misma sede parlamentaria desde la que profirió su insulto.
Juan A Blanchadell