Continuando con el anterior artículo, el hecho de encontrar las pinturas fingidas en la fachada de la iglesia arciprestal supuso un antes y un después respecto al valor que podía suponer este tipo de arte para nuestra ciudad. De este modo, durante esta legislatura, se han realizado más de 120 catas en viviendas y edificios públicos, así como la restauración de la fachada de la capilla de Santa Victoria.
El resultado de las catas nos hace suponer, desde el punto de vista técnico, de la posible existencia de, al menos, 58 fachadas del casco antiguo con pinturas policromadas, convirtiendo de esta manera a nuestra ciudad, Vinaròs, como la segunda en cantidad y calidad de todo nuestro país.
Consideremos, aunque solo sea por un momento, la segunda hipótesis mencionada en el anterior artículo, que la restauración de dichas pinturas y, por tanto, exposición a las inclemencias actuales del cambio climático las deterioren a gran velocidad si no se realiza una labor de mantenimiento adecuada. En este caso, no solo es importante la restauración, sino también este adecuado mantenimiento. Es este motivo el que obliga a un análisis más pormenorizado de todas y cada una de las actuaciones que debemos realizar para sacarlas a la luz.
Existiendo dichas pinturas tanto en edificios públicos (fachada del auditorio) como en privados, debemos estudiar por cuales se inicia la rehabilitación, cuales son los plazos a cumplir y los trámites administrativos a seguir en cada caso (si es un BIC o no, público o privado, coste y financiación), pues un retraso por cualquier motivo una vez iniciada alguna de las rehabilitaciones incidiría en una degradación o alteración sustancial de dichas pinturas, ahora mismo ocultas y al mismo tiempo preservadas por capas y capas de diferentes materiales.
Es responsabilidad nuestra, de todos, sacarlas a la luz para el goce y disfrute de nuestra población y nuestros visitantes, pero con las suficientes garantías de mantenimiento.
A partir de los errores se aprende, esperemos que esta vez los errores en la restauración inicial de las pinturas de la arciprestal sirvan para no caer de nuevo, prever lo que pueda técnicamente suceder y diseñar un plan de mantenimiento una vez estén expuestas. Aunque dicho estudio pueda retrasar su reaparición.
Fernando Juan – Concejal de RR.HH. y cultura
