Durante los ocho años de gobiernos autonómicos del Botànic se prometieron muchas cosas, inversiones que se repetían todos los años en los presupuestos de la Generalitat, anuncios del gobierno local socialista sobre inversiones autonómicas… la mayor parte de todo eso quedó en humo, humo y más humo.
En campaña electoral el Partido Popular de Vinaròs y de la Comunitat Valenciana prometimos a los vinarocenses que el segundo centro de salud sería una realidad. Y las obras ya están en marcha.
Desde hace dos semanas las máquinas ya están trabajando en la parcela del segundo centro de salud, gracias a la decisión de una Conselleria de Sanidad que ahora sí apuesta por Vinaròs.
En mayo de 2024 se aprobó el proyecto de ejecución de un centro de salud que dotará a la sanidad pública de nuestra ciudad de la calidad asistencial que se merece. Unos meses después, en diciembre de 2024, se licitaron las obras a las que concurrieron 16 empresas, y finalmente, en el mes de junio de este año se adjudicaron unas obras por un importe total de 8,1 millones de euros.
El diálogo permanente entre el Ayuntamiento de Vinaròs y la Conselleria de Sanidad ha logrado los frutos que todos deseábamos. La política seria y rigurosa, aquella que antepone los resultados a los anuncios mediáticos se demuestra una vez más como la forma de gobierno eficaz que necesitaban los vinarocenses.
La ampliación del IES Vilaplana en marcha por un importe de 14 millones de euros; el segundo centro de salud en marcha por un importe de 8,1 millones de euros; la reforma de la avenida Libertad con una inversión de 1,2 millones; la transformación de la calle San Pascual y Remedios por 1,5 millones de euros o la modernización de la calle Arcipreste Bono por un importe de 450.000 euros son hechos y no palabras.
El cambio le ha sentado bien a Vinaròs. Los proyectos de la plaza Primero de Mayo y del nuevo pabellón encaran la recta final y el proyecto del nuevo auditorio sigue dando pasos. Nuestras promesas no buscaban ganar votos, eran la expresión de la necesidad de una transformación de Vinaròs que está en marcha.
Lluís Gandía
