- 2.279.627 euros será el precio que los benicarlandos pagarán por una macro obra que nadie ha pedido y que no mejora en nada la vida de los vecinos, es más, la empeora.
Esta obra pretende, bajo la falacia de “sostenible” acabar con la principal entrada a Benicarló y vía por la que acceden todos los trabajadores del polígono a sus empresas.
El Ayuntamiento pretende peatonalizar la calle San Francisco y el Paseo de Ferreres Bretó. El consistorio ha proporcionado la cifra de vehículos que pasan a diario, 30.000.
El Ayuntamiento en vez de arreglar la calle y reasfaltarla para garantizar la seguridad vial de todos los que pasan a diario pretende peatonalizarla con el falso pretexto de que está masificada de vehículos. Su masificación responde a que es la entrada de Benicarló y en lugar de cerrarla se debería mejorar.
Los comercios allí ubicados se verán en serios problemas para mantener el actual nivel de ventas. Mucha gente acude a comprar en coche dada la rapidez y comodidad que ello supone. Peatonalizar esta calle haría que mucha gente optara por otros negocios en los que tenga facilidades para la carga y descarga. Dos ejemplos de negocios conocidos por todos en esta calle, una tienda de materiales de construcción y otra tienda agrícola. ¿Se imaginan ir a recoger sacas de hormigón o sacos de abono sin vehículo? Es imposible, y estos negocios y otros muchos se verían muy perjudicados.
Esta obra no ha sido consultada ni valorada por los vecinos de la zona. No se les ha pedido opinión alguna sobre una decisión tan importante para ellos como es la peatonalización de su calle. La participación ciudadana en Benicarló destaca por su ausencia.
Para más inri, la reapertura de la piscina municipal (cerrada desde el 2020) fue tasada en el abril de este año en 2,2 millones de euros. Casualidad o no, este es el precio de la licitación de esta obra. ¿Qué es más importante, peatonalizar la entrada a Benicarló o reabrir un servicio público tan esencial como es la piscina? La respuesta es obvia, abrir la piscina debería ser la prioridad de una buena gestión municipal, cualidad de la que carece nuestro consistorio.
Las malas inversiones se suceden y la culpa es de la guerra de Ucrania, del COVID y de la extrema derecha.
El coordinador de VOX Benicarló, Toni Fornés afirma: “En lugar de invertir esos 2,2 millones de euros en reabrir la piscina, que está valorada en ese precio, lo vamos a gastar inútilmente en peatonalizar la entrada de Benicarló. El dinero está mal invertido, y esa es la realidad benicarlanda”
