La búsqueda de una piel luminosa, firme y con apariencia saludable ha llevado a miles de personas a interesarse por los suplementos de colágeno. Lejos de ser una moda pasajera, numerosos estudios respaldan la influencia positiva que esta proteína puede tener en el organismo, especialmente cuando se incorpora de manera constante. Los expertos en dermatología y nutrición coinciden en que el consumo regular de colágeno hidrolizado puede generar cambios visibles en la piel, pero también en articulaciones y cabello.
El colágeno es la proteína estructural más abundante en nuestro cuerpo. Representa cerca del 30% de las proteínas totales y actúa como un entramado que da firmeza y elasticidad a los tejidos. El problema es que, con el paso del tiempo, la producción natural disminuye. A partir de los 25 años se estima que cae alrededor de un 1,5% por año. Eso se traduce en arrugas, pérdida de elasticidad y una piel más fina.
Con el objetivo de contrarrestar esa pérdida natural, surge la suplementación con colágeno hidrolizado. Al ser sometida a un proceso de hidrólisis, la proteína se fragmenta en péptidos más pequeños que el cuerpo puede absorber con mayor facilidad. Estos actúan como señales biológicas que estimulan a los fibroblastos, reactivando la síntesis natural.
Los cambios no se ven de la noche a la mañana, pero sí llegan. Lo habitual es empezar a notarlo en unas semanas, aunque lo más evidente aparece a partir de los dos o tres meses. La piel se ve más firme, más elástica y con mejor hidratación, porque el colágeno también estimula la producción de ácido hialurónico, que es fundamental para retener agua en la piel.
Otro efecto que destacan los expertos es la reducción de las arrugas más finas y un tono más uniforme. Además, ayuda a reforzar la barrera protectora de la piel frente a la contaminación, el sol y todos esos factores externos que aceleran el envejecimiento.
Aunque el colágeno se encuentra en alimentos como el pescado, la carne o el caldo de huesos, la cantidad necesaria para producir un buen efecto en la piel es difícil de alcanzar únicamente a través de la dieta. Por eso, cada vez más personas recurren a los suplementos en polvo, cápsulas o bebidas listas para tomar. Además, ahora también puedes encontrar suplementos más completos que incluyen colágeno hidrolizado con vitamina C, zinc o ácido hialurónico añadido. Estos ingredientes extra ayudan a que tu cuerpo lo aproveche mejor y potencian sus beneficios en la piel.
Los dermatólogos recalcan que el colágeno no es un producto milagroso, pero sí un aliado muy eficaz si lo acompañas de buenos hábitos. Si lo combinas con hábitos saludables sus efectos se multiplican. De hecho, algunos estudios clínicos han demostrado que, tomándolo a diario, la densidad de colágeno en la piel puede aumentar hasta un 60%. Es decir, notas la piel mejor y, además, es más fuerte con el paso del tiempo.
El colágeno no se limita a lo estético. También fortalece tus articulaciones, cartílagos y tendones, por lo que es muy valorado entre los que hacen deporte o quieren prevenir molestias. Además, ayuda a mantener los huesos más fuertes y retrasa la pérdida de densidad ósea con los años. En el pelo, mejora la estructura del folículo, haciendo que crezca más fuerte y con menos rotura. Y en las uñas, notarás que se parten menos y crecen más rápido.
Lo más importante es ser constante. El colágeno necesita tiempo para integrarse en el cuerpo y que se vean los resultados. Por eso, tomarlo cada día durante meses es lo que realmente hace que se vean los resultados. Los expertos suelen recomendar entre 5 y 10 gramos al día, según el producto y las necesidades de cada persona.