Quiero pensar qué cada momento a tu lado ha merecido la pena, quiero pensar que todos estos años en los que hemos crecido junto a ti papá, no han sido en vano, quiero pensar que en vez de dejarnos lágrimas y tristeza por tu partida, nos has dejado ilusión y esperanza, tesón y esfuerzo para que tus hijos, nietos y tus familiares podamos seguir nuestro camino hasta volver a reencontrarnos algun dia todos.
Quiero pensar que una vida da para mucho, que los valores que nos has inculcado siguen cobrando sentido cada día.
Porque la vida sin ti no es la misma, porque somos conscientes del gran vacío que has dejado en cada uno de nuestros corazones.
Quiero pensar que hemos podido despedirnos de ti, acompañarte en tu último suspiro de vida, en tu último aliento, quiero recordarte que estuviste en nuestra infancia y en nuestra adolescencia y nos enseñaste tanto que nunca serás olvidado, porque les hablaré a mis hijos de quién eras y lo maravilloso que fuiste.
Tú esencia siempre estará con nosotros, has vivido 64 años y comprendemos que debido a tu enfermedad, hayas tenido que viajar antes de tiempo por el sendero de la paz hacia el descanso eterno, pero déjanos una pequeña tregua hasta que volvamos, aún nos queda camino por andar.
Ahora eres una estrella en el firmamento, de las que más brillan, eres un ángel de la guarda, que desde el cielo vela por nosotros y nos protege.
Gracias por ser el mejor padre, el mejor marido, el mejor suegro, el mejor abuelo, el mejor hermano, el mejor cuñado y el mejor amigo… Gracias por todos los pequeños grandes momentos que hemos podido disfrutar de ti.
Está despedida no es un adiós para siempre, sin un hasta pronto allá donde estés.
Te queremos Papá!
Familia: Soriano – Remolina