La izquierda local, al igual que ocurre a nivel nacional, cree que solo ella está legitimada para gobernar, que solo ellos merecen estar al frente de las instituciones y por ello cuando los ciudadanos, en este caso los vinarocenses, votan una alternativa política inician las campañas de descrédito y desprestigio de las instituciones.
Si el PSPV-PSOE no gobierna en Vinaròs es porque los vinarocenses con su voto así lo decidieron. La alternancia es democracia, y la separación de poderes y la independencia judicial, también, por mucho que los socialistas intenten controlarla.
Todo esto viene al caso de lo que estamos viviendo en Vinaròs en las últimas semanas. Guillem Alsina y Carmen Morellá siguen sin comparecer ante la opinión pública, y lo que es más grave, sin presentar su dimisión tras el auto de la audiencia provincial.
Los vinarocenses vimos como los dos concejales socialistas convocaban a la prensa en menos de 24 horas cuando se archivó provisionalmente su causa. La rapidez para salir ante las cámaras y las grandes frases a boca llena de entonces, hacen más grande y evidente su silencio de ahora.
El discurso socialista sobre el relato y los concejales obtenidos en 2023 está fuera de lugar. Primero, porque el relato de los hechos lo escriben los magistrados en su auto, y allí lo dejan meridianamente claro para todo aquel que esté interesado en conocer la verdad. En segundo lugar, porque mezclar un asunto judicial iniciado por un empleado municipal con el resultado electoral es querer confundir a los ciudadanos mezclando churras con merinas.
Como sabrá cualquier vinarocense con sentido común a nadie sientan en el banquillo de los acusados por comer pulpo y hacer paellas. Los socialistas lo saben, y por eso intentan por todos los medios engañar a los vinaronceses disfrazando la realidad y contando una película que nada tiene que ver con los hechos.
Los socialistas de Vinaròs tienen hoy dos problemas. El primero es tener en sus filas a dos concejales que según el código ético socialista ya no deberían estar en el Ayuntamiento y que siguen sin dar explicaciones. El segundo es ver como todos aquellos proyectos que fueron incapaces de sacar adelante, avanzan con el actual gobierno municipal. ¿Seguirán escondidos Alsina y Morellá? ¿Permitirán sus compañeros socialistas que sigan escondidos?
Lluís Gandía