La tragedia que golpeó Valencia el pasado martes dejó a la vista la fuerza devastadora de la naturaleza y la necesidad de tomar decisiones rápidas y firmes ante alertas meteorológicas. A dos días de esta tragedia, el jueves 31 de octubre, Vinaròs amanecía con alerta naranja por lluvias intensas, y se advertía de la posibilidad de un aumento a nivel rojo. La comunidad educativa esperaba que las clases se suspendieran de antemano, dado lo ocurrido en Valencia y las intensas lluvias previstas, pero la jornada siguió su curso con normalidad.
Al avanzar la mañana, el aviso subió a rojo, el caudal del río comenzaba a desbordarse a la altura del puente romano, y la intranquilidad se apoderaba de la población. Fue solo a las 10:15 cuando recibimos un aviso para recoger a los niños, muchos padres trabajando y, como en mi caso, sin permiso para ausentarnos inmediatamente. Entre las 10:30 y las 12:00, el caos aumentó en las calles, con padres haciendo todo lo posible por recoger a sus hijos bajo la tormenta intensa y sin suficiente presencia de la Policía Local para gestionar la situación. Los agentes, atendían las emergencias generadas por las lluvias de la noche y no lograban cubrir todas las necesidades.
Esta situación caótica, que generó confusión y un riesgo innecesario, pudo haberse evitado si las clases se hubieran suspendido desde primera hora. La falta de decisión y de previsión, en esta ocasión por parte de la señora Miralles, contrasta con el principio de prudencia que debería guiar la gestión de estos eventos. A la vista de los hechos en Valencia, era lógico priorizar la seguridad de los escolares, minimizando riesgos. Pero se antepuso la imagen de “normalidad” antes que tomar medidas contundentes y preventivas, lo que dejó a familias y docentes expuestos a un peligro innecesario.
En momentos como estos, quienes ocupan cargos de responsabilidad deben demostrar valentía y actuar en consecuencia, sin temor a lo que “dirán”. De haberse anticipado la suspensión, las familias habríamos podido organizarnos con calma, evitando el caos que presenciamos. Señora Miralles, ¿qué hubiera pensado si siguiera en las aulas y se encontrara en una situación similar?
Desde el PSPV de Vinaròs queremos expresar nuestra solidaridad con quienes han sufrido pérdidas personales y materiales a causa de esta DANA. Urge que las autoridades aprendan de estos episodios y actúen con firmeza y previsión en situaciones de emergencia para evitar futuros riesgos.
Luis Sánchez – Secretario de Organización PSPV-PSOE Vinaròs